Ahora que duermes, me acerco a tu oído y te hablo en silencio.
Sé que tú escuchas mi silencio, todos los días, todas las horas de todos los días.
Lo mismo que yo escucho tu silencio.
Mientras, a cada rato, anhelo escuchar tu voz, oirte preguntarme qué tal y sentir tu risa.
No lo puedo evitar, me paso el día, los días, pensando en ti...pensándo-te...
No hay comentarios:
Publicar un comentario